viernes, 20 de abril de 2012

Tercera y ultima

Había una vez un pez llamado Lucio. Lucio era un pez globo, y estos peces son muy curiosos ya que, cuando alguien se acerca a molestarles se hinchan como un globo y además están lleno de pinchos.
Muchas veces Lucio se hincha cuando ve que vienen a comérselo tiburones o peces más grandes.
Pero un día vio que venía hacia él,  una hermosa tiburona de la que inmediatamente se enamoró, ya que era el pez más bonito que había visto.




Al principio, instintivamente, Lucio se hinchaba cada vez que veía a la tiburona para protegerse de que se lo comiera.
Pero empezaron a hablar y cogieron confianza, y ahora Lucio no se hinchaba cada vez que venía la tiburón hembra.
Pasaron unos días y todo iba muy bien entre ellos, Lucio estaba muy ilusionado porque pensaba que él le gustaba a ella, así que poco a poco se fue relajando más con ella.
Hasta que un día, cuando Lucio estaba dormido junto a ella, la tiburona se lo zampó. Y Lucio, ya en el estómago de la tiburona, pensó: “Aunque la tiburona parezca amable será siempre un tiburón, y su instinto aparecerá tarde o temprano“.
FIN
Moraleja del cuento: ¡¡No te fíes de desconocidos!!

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